Vitamina C antioxidante esencial para nuestro organismo

La Vitamina C es capaz de regenerar otros antioxidantes como la vitamina E y prevenir el daño causado por los radicales libres.
Los radicales libres son moléculas que se producen por el organismo para luchar contra bacterias y virus mientras metabolizamos los alimentos, para así producir energía en las células. Pero también pueden provenir del ambiente, cuando estamos expuestos a contaminantes o radiaciones como los rayos ultravioletas del sol, los gases de los coches, la contaminación ambiental y el humo del tabaco. Son causantes del envejecimiento y pueden favorecer el desarrollo de enfermedades cancerígenas, cardiopatías o artritis.
La Vitamina C, participa en numerosas reacciones metabólicas de nuestro organismo y su deficiencia es causa de escorbuto.
Es una vitamina soluble en agua, con lo que su exceso, se elimina a través de la orina.
Se encuentra principalmente en las glándulas suprarrenales, en el ojo, en el músculo y en la grasa corporal.
Propiedades de la Vitamina C
La Vitamina C para los huesos es un potente antioxidante junto con la vitamina E y A, ayudan a evitar el daño causado por el estrés oxidativo y degeneración muscular.
A nivel de la masa ósea, la Vitamina C favorece su mantenimiento y reparación, previniendo el envejecimiento y la degeneración de las células al neutralizar los radicales libres.
Es muy adecuada para la formación de nuevos tejidos, en problemas de huesos y ligamentos rotos y distensiones musculares.
Mejora el rendimiento deportivo, al ayudar a evitar el daño oxidativo, previene el daño muscular que se produce en el ejercicio intenso.
Ayuda en la formación de colágeno, presente en los huesos, tendones y músculos.
Contribuye a mejorar la salud de la piel, tiene una acción cicatrizante para la curación de quemaduras y heridas.
Favorece la absorción del hierro en el intestino
Mejora el sistema inmune. La Vitamina C aumenta las defensas, estimula las células inmunitarias contra bacterias y hongos
Facilita la eliminación de sustancias contaminantes como el plomo u otros metales pesados, protegiendo de sustancias tóxicas como nitritos, insecticidas y ozono.
Cantidades recomendadas
La ingesta diaria recomendada de vitamina C, es de 75 mg para las mujeres y 90 mg para los hombres.
Debemos aumentar la ingesta de Vitamina C en épocas de estrés, en caso de ser fumador, activo o pasivo, en momentos de adaptación a un intenso calor o frío, consumo habitual de alcohol, en embarazo o lactancia.
El organismo no es capaz de sintetizar la vitamina C, sólo la podemos adquirir a través de la dieta a partir de ciertas frutas y verduras y mediante suplementos alimenticios.
La naranja es el alimento más conocido que contiene elevadas cantidades de Vitamina C, pero hay muchos más alimentos ricos en Vitamina C como puede ser, la ciruela, el kiwi, las fresas, la papaya, el limón, el melón, las mandarinas... Entre las verduras que más contienen encontramos el pimiento rojo, el brécol, la coliflor y las espinacas.
Para conservar las propiedades se aconseja no cocinar demasiado los alimentos ya que la Vitamina C es termogénica y se pierde con el calor.
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